Bienvenida a Küyentún, un espacio creado para que redescubras tu ritmo natural, reconectando con tu esencia y los ciclos de tu cuerpo. Aquí encontrarás no solo productos diseñados con amor y conciencia, sino también herramientas para abrazar tu feminidad desde una mirada integral, auténtica y poderosa.
Hola, soy Euge, creadora, diseñadora y productora de Küyentún, pero sobre todo, soy una mujer que decidió no rendirse. Soy mamá, compañera, hija, hermana, amiga, pero también una emprendedora que quiere compartir su historia contigo.
Mi viaje comenzó en 2016, un año que marcó una transformación profunda en mi vida. Mientras llevaba en mi panza a Libertad, mi hija, también estaba gestando algo más: este emprendimiento. No tenía experiencia en costura, ni sabía cómo comenzar, pero me lancé a aprender. Aprendí a coser con YouTube (¡Sí, así de valiente era!). De ser parte del equipo “no sé coser ni un botón”, a crear productos con mis propias manos, este proceso fue tan desafiante como liberador.
Pero, si bien la maternidad me transformó profundamente, hubo otro evento que marcó aún más mi vida: hace más de 12 años, llevo una credencial que dice "Certificado Único de Discapacidad". Vivo con Esclerosis Múltiple.
Esta enfermedad, aunque difícil, fue también una maestra. No solo me enseñó a sobreponerme al dolor crónico, sino que me permitió ver la vida desde una nueva perspectiva. Después de años de buscar un espacio en el mundo laboral y no encontrar mi lugar debido a mi condición física, me di cuenta de que la única opción era crear mi propio camino. Mi hija estaba por llegar y, aunque mi embarazo fue solitario y difícil, decidí que no permitiría que la situación me definiera.
Fue entonces cuando nació Küyentún. Un proyecto nacido del deseo de transformar mis propios desafíos en oportunidades. Lo inicié con mucho amor, pero también con mucha incertidumbre. Con una billetera vacía, un bebé en brazos y una falta de confianza tremenda, lancé mi emprendimiento. Y, para mi sorpresa, funcionó. Küyentún es la prueba de que, cuando tu motor interno es más fuerte que las dificultades, el éxito es posible.
El nombre de mi emprendimiento, Küyentún, que significa “acción de la luna”, refleja profundamente mi viaje personal. La luna, como símbolo de guía y transformación, estuvo presente en cada etapa de este proceso. Cada pieza que fabrico lleva consigo un poco de esa energía: esfuerzo, dedicación, superación y amor.
Pero Küyentún no solo es un emprendimiento personal; se ha convertido en una comunidad. Cada vez que una clienta me dice “pasarme a tela cambió mi vida”, siento que el verdadero propósito de este proyecto se cumple. Küyentún no es solo un negocio, es una red de mujeres que se acompañan, que comparten experiencias, que se entienden. Y, para mí, eso es lo más valioso de todo.
Mi camino no ha sido fácil. Enfrento todos los días dolor crónico y cansancio, pero he aprendido que no por eso soy menos capaz. El dolor no me define. Acepto mis limitaciones, pero nunca dejo que me detengan. Y en este camino, Sergio, mi compañero de vida, se ha convertido también en mi mano derecha. Juntos, con mucho amor y dedicación, hemos convertido nuestra pasión en un taller que empezó en un rincón de mi habitación, con una máquina de coser prestada, y hoy se expande a dos espacios de producción adaptados.
En cada producto de Küyentún hay una historia, un proceso de creación lleno de amor, esfuerzo y dedicación. Pero más que eso, cada pieza es un testimonio de superación. De que, aunque las circunstancias nos presenten desafíos, siempre hay una forma de seguir adelante. Cada toallita, cada artículo, está hecho con el alma. Y cuando adquieres un producto de Küyentún, no solo estás comprando algo físico, sino que estás apoyando a una historia de vida, de superación y de comunidad.
Si algo me ha enseñado este camino es que las limitaciones solo existen en la mente. Y lo que es posible para uno, también lo es para los demás. En Küyentún, no solo creamos productos; creamos un espacio de apoyo, comprensión y conexión. Gracias a cada una de ustedes, por permitir que este proyecto siga creciendo y siga transformando vidas. Espero seguir expandiéndome y llegar a más mujeres, porque cada paso que damos juntas es un paso hacia un mundo más compasivo y conectado.
Gracias por ser parte de esta historia. Gracias por hacer posible que Küyentún siga creciendo, expandiéndose y acompañando a tantas mujeres. El futuro es nuestro, y el camino, aunque desafiante, siempre será más brillante cuando lo recorremos juntas.
Mi carrito